La atención social es un derecho

Dirigido a estimular las capacidades físicas y cognitivas que la persona sigue manteniendo, para intentar que el deterioro propio de la enfermedad sea lo más lento posible. Salir de casa, relacionarse con otras personas y obtener una rutina diaria, es una de las pautas más eficaces en el tratamiento no farmacológico de las personas con demencia. Además, el centro sirve de respiro a las familias, quienes además contarán con un apoyo y seguimiento por parte del equipo interdisciplinar del centro, imprescindible para afrontar las situaciones que pueden surgir en el día a día de las personas con demencia.